Todo mundo debería conducir un auto al menos durante un tiempo en su vida... si es posible, en la juventud.
Diran que me entró lo socialistoide... o que me entró la buena onda con los chavos... pues ¡no es cierto! Es puro interés propio.
Los peatones suelen salir por cualquier lado y como conductor uno siempre lleva la de perder a pesar de sus imprudencias. Los ciclistas se meten en sentido contrario y no respetan carriles. Y ya ni hablar del peligro que representan los motociclistas, casi todos con afanes kamikazes.
Y muchas cosas buenas saldrían si todo mundo supiera de los puntos de vista de las contrapartes y de lo complicado que es considerar todos los movimientos de los demás, y nos respetaramos y vivieramos felices por siempre... me volvió a salir lo ingenuo y utópico...
Pero lo que inspira esta anotacion en realidad es la gente que transita por la noche por caminos mal alumbrados y sin ninguna luz ni reflejante.
La gente suele pensar que si ven un auto a lo lejos, el auto igual los vé. ¡Mentira!
Los autos traen luces, por lo que el peaton lo ve de lejos, y el conductor sólo tiene un alcance de visión de unos cuantos metros, diría yo que entre 20m y 50m según las condiciones. Si a esto aunamos la velocidad, el conductor alcanza a ver a la gente cuando ya está encima de ellos.
Yo casi todos los días transito un tramo de autopista y hay lugares donde el acotamiento está muy amplio y hay lugares donde apenas es medio metro. Y de repente se encuentra uno gente imprudente que va transitando por ahí y que uno no sabe lo que pretenden o como van a reaccionar... Lo ponen a uno a sufrir...
Si alguna vez tienen que andar de noche por un acotamiento, o mucho peor, por los carriles, procuren traer al menos buenos y limpios reflejantes, y si es posible, alguna lámpara. Tanto por su bien como por el mío.
Categorías: Vida.
Etiquetas adicionales: conducir, noche, luces, reflejantes.
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