Microanotaciones

sábado, abril 19, 2008

Le venimos ofreciendo a Dios hasta las puertas de su hogar

Hoy en la mañana me acababa de bañar y me preparaba para salir cuando tocaron a la puerta. Fui a abrir y me encontré a un señor y un chavo, enmaletinados. El señor llevaba la voz cantante y tras darme los buenos días me comentó que continuamente había celebraciones y que hace poco había pasado el carnaval. Y a continuación me preguntó si creía que Dios aprobaba esa celebración.

Me destempló...

Entiendo que no lo hacen por molestar, pero hoy no estaba yo de humor para escucharles mansamente.

Me considero agnóstico tirando a ateo. No puedo demostrar que Dios no existe, pero no creo que exista. Creo que la Biblia es una colección de relatos más o menos moralistas (en su mayoría) escritos para mejorar y guiar la convivencia de un pueblo dentro de ciertos parámetros. No creo en designios sagrados ni en el Destino. Creo que no existe "más allá", ni vida después de la muerte, ni infierno ni paraiso celestial.

Creo que existen el bien y el mal, no como entes, sino como conceptos más o menos generalizados. Creo que si uno actúa bien duerme uno mejor. Creo que si uno actúa bien la gente lo percive y en general lo trata a uno bien. Creo que si actúa uno mal la mayoría de las veces lo paga, porque se genera alrededor un mal ambiente en el que las cosas se vuelven contra uno. Pero no creo en el karma como algo místico o una ley inviolable.

¿Jesús? No sé si existió. No me lo suelo preguntar ni me quita el sueño. Pero si existió fue humano. Quizá no "común y corriente", pero sólo un humano, como lo fueron Buda, Mahoma, Ghandi y como lo es el Dalai Lama.

Que muy de vez en cuando acompañe a mi madre, a mi esposa o a alguien más a la iglesia y me pare y siente como los demás durante misa no significa que sea creyente. Significa que creo que es importante para ellas y que trato de respetarlo y no destacarme de la demás gente a quien no le interesan mis creencias. He asistido a eventos de otros cultos y trato de respetarlos igual.

Vivo en una sociedad judeocristiana. La creencia y temor a Dios estan cientos o miles de expresiones. Pero que ante una mala broma de la que yo sea víctima injustificada diga "Pero hay un Dios..." no significa que sea creyente.

Sé que soy minoría. Me envuelve una cultura y no lucho contra ella. Pero creo que tengo el derecho a creer lo que me parezca y ser respetado.

Por eso a veces me desquicia que la gente toque a mi puerta con la sola intención de inculcarme sus creencias.

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5 comentarios:

Unknown dijo...

Wow, recuerdo que cuando andabas en mi casa pasó lo mismo a la hora de la comida. Debes de atraerlos o algo así.

Mi problema con los ateos es que no los considero muy honestos. Desde mi punto de vista, creer en que no existe Dios termina siendo un acto de fe. Prefiero el agnosticismo.

Y estoy tolamente de acuerdo, los trajeaditos que andan de puerta en puerta resultan especialmente horribles. No respetan la privacidad ajena ni las decisiones que hacen las personas por ellas mismas, el problema son sus métodos, no sus creencias. D:<

Aisling dijo...

Pues yo les hubiera dicho que si Dios no lo aprobaba, pues qué problema, porque eso debió haber pensado antes de darnos el libre albedrío. Pero supongo que no estarías de mucho humor para meterte en alguna discusión teológica...

Ahora, con respecto a lo demás...

"Creo que la Biblia es una colección de relatos más o menos moralistas (en su mayoría)..."

¿Moralistas...? Je, je, je... ¡n’hombre, bueno fuera! El padre A. (en paz descanse), que fue quien ofició la misa de mi matrimonio, estaba de acuerdo conmigo que la Biblia es uno libro de lo más pornográfico (y le faltó añadir violento). Ejemplos sobran, pero aquí te presento uno que a mí me parece especialmente espantoso, para que lo compruebes cuando tengas una Biblia a la mano: Génesis, capítulo 19, versículos 30 - 38. De veras que uno piensa que si así actuaban los buenos de la historia, cómo estarían los malos...

"...escritos para mejorar y guiar la convivencia de un pueblo dentro de ciertos parámetros..."

¡Claaang! Wrong again! De hecho, es punto menos que lo contrario, como se ve clarísimo en San Lucas capítulo 12, versículos 49-53. Es sumamente pesimista, pero sobre aviso no hay engaño. No se nos prometió pasárnosla chido, ni soluciones rápidas a nuestras dificultades; se nos dijo que vendrían persecuciones, enemistad y cosas peores; somos el club de la “esperanza sin garantías” que mencionaba Tolkien. Entonces, ¿qué de bueno tiene seguir la religión, te preguntarás (y no creas que yo misma no me lo he preguntado)?

Ah, pues lo que me permitan mis cortos alcances te diré. La vida es un camino terrible; hagas lo que hagas y creas lo que creas te va mal más de lo que te llega a ir bien. Pero el camino te da menos hueva cuando puedes avistar el final. Y aunque somos humanos y el final no es algo que nos corresponda ver (somos como personajes en manos de un autor que, esperamos, piense en nosotros como importantes) proporciona consuelo saber que estamos acomodándonos en una gran historia. Al menos, es como lo veo.

"Vivo en una sociedad judeocristiana. "

¡Clang de nuevo! Ni modo, mi estimado, te acaba de salir la tercera espantosa X. En realidad, la sociedad en la que vivimos es profundamente atea, y en teoría significa que deberías sentirte como pez en el agua. Pero, ¿sabes por qué no es así? Porque la sociedad es, también, mucho muy hipócrita. No porque alguien llegue a embarrarte una religión en la cara significa, ni mucho menos, que la profese. Ahí tienes a don presidente Bush que se la pasa mencionando a Dios siempre que puede, y sobre todo para justificar sus imperdonables acciones.

En cuanto a estas personas que llegaron a tu casa (por tu descripción me late que son mormones, y no me simpatizan mucho porque su Libro tiene muchas payasadas) pues no queda otra que tenerles mucha, muuuuuuuucha paciencia; lo que hacen es lo que les requiere su “club”, igual que mi propio “club” nos solicita un uso más o menos regular de los sacramentos y no estar fastidiando al mundo (esa es una de las traducciones de “ámense los unos a los otros”).

Si los quieres correr rápido, je, je, je... la mejor solución es decirles que eres católico... y si eso te molesta mucho, deberías de ver los cuentos que les armo a los empleados telefónicos que me quieren vender tarjetas de crédito...

Fëaluin dijo...

ok... estas cosas pasan por generalizar y simplificar cuando no tiene uno demasiado tiempo...

Lo que dije de la Biblia fue más bien en relación al uso que se le dá... no olvidemos que lo que hoy es la Biblia lo definió la Iglesia Católica Apostólica Romana en el concilio de Hipona en el 393... escogieron los libros que les acomodaba para lo que querían.

Creo que la Biblia es una colección de relatos más o menos moralistas (en su mayoría)..."

¿Moralistas...? Je, je, je... ¡n’hombre, bueno fuera! El padre A. (en paz descanse), que fue quien ofició la misa de mi matrimonio, estaba de acuerdo conmigo que la Biblia es uno libro de lo más pornográfico (y le faltó añadir violento). Ejemplos sobran, pero aquí te presento uno que a mí me parece especialmente espantoso, para que lo compruebes cuando tengas una Biblia a la mano: Génesis, capítulo 19, versículos 30 - 38. De veras que uno piensa que si así actuaban los buenos de la historia, cómo estarían los malos...

No me la sé de memoria y me dá flojera consultar, pero siendo el Génesis se me hace que te refieres a la edificante historia de Lot, sus hijas y sus hijos-nietos... Aunque nunca he leído la Biblia como tal, he leído sobre ella, a favor y en contra, y conozco muchas historias de esas, pero me repito, el propósito general es moralista en el sentido no de ser siempre políticamente correctos (que la moral cambia con el tiempo), sino de dejar "moralejas" o enseñanzas de como deberían comportarse.

"...escritos para mejorar y guiar la convivencia de un pueblo dentro de ciertos parámetros..."

¡Claaang! Wrong again! De hecho, es punto menos que lo contrario, como se ve clarísimo en San Lucas capítulo 12, versículos 49-53. Es sumamente pesimista, pero sobre aviso no hay engaño. No se nos prometió pasárnosla chido, ni soluciones rápidas a nuestras dificultades; se nos dijo que vendrían persecuciones, enemistad y cosas peores; somos el club de la “esperanza sin garantías” que mencionaba Tolkien. Entonces, ¿qué de bueno tiene seguir la religión, te preguntarás (y no creas que yo misma no me lo he preguntado)?

Y finalmente ¿reforzar el sentido de pertenencia a una comunidad no ayuda a mejorar su convivencia? ¿no la cantidad de amenazas a los que se descarrían deberían ser suficientes para portarse mejor?

Pero en fin... Yo nunca me he dedicado (ni lo haré) a estudiar teología y me faltan también la profundidad, la elocuencia y las ganas como para ponerme a predicar mis ideas con el afán de convencer a nadie... simplemente que a veces harta tanta agresión pasiva (y hasta bienintencionada) de los creyentes hacia los no creyentes.

Hector Fragoso dijo...

Vaya que éste post si generó demasiadas palabra. Estoy de Acuerdo con las opiniónes, pero creo que la más sencilla es:

1.Qué esa gente deje de molestar los fines de semana

2.Si realmente deseamos la "salvación" la buscaremos, pero de una cosa estoy seguro, prefiero leer blogs que ir a misa.

Amén

Fëaluin dijo...

¡Amén hermano!