El británico Arthur C. Clarke era de formación físico y matemático. Trabajó como especialista en radares durante la segunda guerra mundial y luego como escritor de ciencia ficción y divulgación científica y como inventor.
Celebre por su colaboración con Stanley Kubrick en 2001, odisea del espacio (1968), en 1945 estableció las bases para los satélites de órbita geoestacionaria. Entre 1962 y 1973 formuló sus conocidas leyes de Clarke:
- Cuando un anciano y distinguido científico afirma que algo es posible, probablemente está en lo correcto. Cuando afirma que algo es imposible, probablemente está equivocado.
- La única manera de descubrir los límites de lo posible es aventurarse hacia lo imposible.
- Cualquier tecnología lo suficientemente avanzada es indistinguible de la magia.
Fue considerado junto con los finados Isaac Asimov y Robert A. Heinlein como uno de los pilares de la ciencia ficción.
Residía en Sri Lanka desde 1965 debido a su amor por el submarinismo.
Falleció la madrugada del miércoles 19 de marzo de 2008 a las 01:30 hora local (21.00 GMT del martes) en Colombo (capital de Sri Lanka), debido a un paro cardiorespiratorio.
Sin el la tierra sería distinta de como la conocemos, sin comunicaciones satelitales y todos sus avances derivados. Se fue un grande y se le va a extrañar. No abundaré más porque hay mucha información sobre el en internet.
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1 comentario:
Hará unas cinco horas me llamó mi querido Capitán Quasar para hacérmelo saber. Una pena. Esperamos tu ampliación.
Muchas gracias por todo, señor Clarke, y buena suerte.
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