Microanotaciones

viernes, octubre 03, 2008

La secundaria

Suelo recordar con nostalgia como una buena época mi estancia en la secundaria. La cursé toda en una escuela de gobierno que era de las mejores del estado, que tenía unas instalaciones muy cuidadas y agradables y que tenía un buen ambiente mezcla de gente de buena capacidad económica y de escasos recursos.

Nunca me destaqué en deportes, ni en eventos académicos o artísticos. Me llevé a examen extraordinario una materia, pero no me iba tan mal en calificaciones. Yo no era de los más populares, aunque tampoco era precisamente invisible. Me llevaba bien con todo mi grupo y con algunos más. No hice nada realmente memorable, pero me gustaba mucho el ambiente.

Pero desde que salí nunca regresé.

Y creo que sé el porqué. Es un evento que no me gusta recordar, pero en estos días me lo trajeron a la mente. Sucedió a finales de tercer año. Era un día soleado y nos mandaron a las canchas para la toma de la fotografía de generación. Nos tuvieron ahí un buen rato y nadie llegaba a darnos instrucciones ni explicaciones. Yo ya tenía mucha sed y fuí a la cafetería, que quedaba al extremo contrario de la escuela con referencia a las canchas, a comprar un refresco. No debo haber tardado más de 10 minutos, pero en ese justo momento tomaron las fotos. Y nadie de mi grupo reparó en que yo no estaba. Ni mis supuestos amigos. Me dolío mucho y aún trago grueso al recordarlo.

Muy pocas veces busqué a alguno de mis ex-compañeros después de salir y nunca mas volví a la escuela. Supongo que es un trauma que no he superado.

Suerte que sucedió al final y no me echó a perder el nostalgico recuerdo de estancia en secundaria.

Pero desde entonces cuido mucho el uso de la palabra amigo y poco la uso porque mis amigos se cuentan con los dedos de una mano. Y sobran dedos.

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2 comentarios:

Aisling dijo...

Híjole... qué horrible estuvo eso. ¿Cuántas veces los supuestos amigos dan la espalda a la hora de la hora? Se supone que a la edad en la que uno va a la secundaria es cuando se aprende a formar vínculos, amistades y todo eso. Qué poco se aprende, y cuánto se enseña.

Bueno, a mí me ocurrieron cosas parecidas a lo largo de TODA la prepa, y es por eso que no guardo buenos recuerdos de mis tiempos por allá. Mi mejor amiga hasta la fecha, sin embargo, sigue siendo de la secundaria. Pero mi mejor etapa escolar la viví en la bendita universidad... ahí sí me sentía como pez en el agua.

Skipper dijo...

La secundaria trae para mí además de muy buenos recuerdos mi primer desencuentro y decepción con las autoridades de dicha institución.

Primero que nada les comento que estudié en una técnica industrial de gobierno a la que la mayoria de los jovenes de la ciudad quería ingresar.

Resulta que un dia jugaba con un chico y una chica, cerca de la puerta de entrada al salón, cuando llegó un compañero que nada tenía que ver en nuestro juego, su nombre (Victor Kuri)hijo de una familia muy influyente de esa ciudad y que sin mas me empujó la puerta y me dijo una obsenidad, primero me quedé como ida y después de un momento y aconsejada por mis dos compañeritos de juego decidí reportarlo a la dirección acercandome primero a mi maestro de matemáticas que comentario aparte y no por presunción (recien yo habia ganado el concurso regional de matematicas de primer año, por lo cual hasta el director ya me conocía. Entonces el maestro de mate... y yo fuimos a la dirección, levantamos el reporte directamente con el director, este último llamó en el acto a Victor y le pidió su versión de los hechos, el cual como toda una mariquita lo negó y el director le dió un regaño que yo consideraría muy suave, pero como acompañado de eso le dijo que se iría suspendido 3 días. Bueno siendo así pensé ingenuamente, no importa que casi ni lo regañara, cual va siendo mi sorpresa que al otro día Victor se apareció con su papa influyente a la dirección y lo dejaron pasar sin más. Así es o sea que ni regaño ni castigo, valió mas su apellido que la falta cometida a mi persona o siquiera considerando que era una buena alumna pensé que el director Ulises tomaría eso en cuenta. Luego ya se imaginarán que Victor los días siguientes se reía de mi. Todavía mi maestro de matemáticas fue a comentar a la dirección que un niño suspendido andaba dentro de la escuela y fue sacado de alli con la cola entre la patas.

Lo importante de esto es como impactan estas situaciones a una niña de 12 años. Porque ¿Qué mas podía hacer yo para que se hiciera justicia?, ya habia ido con la autoridad maxima.

De alli en adelante aprendí a sacarle la vuelta a cuanto niño majadero me topaba en mi andar, a que no siempre llevarse con todos es lo mas conveniente.

Estoy bastante agradecida con la vida y con Dios porque de la secundaria todavía tengo muy buenos amigos, que no son muchos pero si ocupan un lugar muy importante en mi corazon.

Ojala algún día puedas superar ese incidente que igual yo al leerlo tambien trago gordo y sepas sacarle alguna ventaja.