Resulta que me encuentro en el último día de mis vacaciones. Antes de salir tuve la precaución de llamar a Recursos Humanos para que me icieran la cuenta de cuando me tocaba regresar, esto que dado que se me atravesó el asunto del día festivo constitucional por el natalicio de Benito Juárez (que no la entrada de la primavera), que se celebraba el 21 de marzo pero debido a las nuevas disposiciones constitucionales este año cayó en 19, con la complicación adicional de que en donde laboro ese día se trabaja medio turno a cambio del viernes de semana santa, que no es constitucional...
Total que resultó que mi jefe hizo su cuenta y según eso me tocaba regresar hoy. Y me habló (en buen plan, eso si) para preguntarme que cuando me pensaba presentar...
Pues aquí me tienen llamando otra vez a Recursos Humanos, porque no tuve la precaución de preguntar la explicación antes (si cae un festivo constitucional, cuenta como inhabil aunque se trabaje medio turno) y hablar otra vez con mi jefe para explicar... Asunto resuelto... Lo malo del asunto es que ya se me cortó la leche del desayuno (¡puaj!).
Y es que mi trabajo me gusta tanto y me es tan reconfortante que tan sólo pensar en el me enferma.
A colación, que aunque sé que estoy mal y es un trauma, yo siempre he considerado mis vacaciones como "faltan días para regresar a laborar", lo cual evidentemente reduce el disfrute y aumenta el estrés conforme se acerca el final...
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1 comentario:
Es el segundo día que a mi esposo se le acabaron sus dias vacaciones, curiosamente yo sin estarlo algunos dias hice como si tambien estuviera de descanso, sin embargo el lunes que empezaron realmente las mías siento un extraño vacío y es que ya me estaba acostumbrando a estar mucho tiempo juntos, de hecho creo que este año convivimos un poco mas que en los ultimos tres años. Eso debe ser quizá a que en años atras el horario de mi trabajo no era tan flexible.
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